Salud del Gato Persa

Salud y enfermedad del gato persa

El gato persa es notable por su buena salud, pero hay una serie de enfermedades por las cuales los persas tienen una alta predisposición.

Casi el cincuenta por ciento de los gatos persas están en riesgo de una enfermedad muy peligrosa: la enfermedad poliquística del riñón. Los primeros síntomas del inicio de la enfermedad pueden considerarse una pérdida de apetito, un estado deprimido del animal y micción frecuente. La aparición de estos signos requiere contacto inmediato con un veterinario. En ausencia del tratamiento necesario, es probable que un gato desarrolle insuficiencia renal a la edad de 7 a 9 años, lo que puede conducir a la muerte del animal.

Una enfermedad genética peligrosa es la miocardiopatía hipertrófica, que se expresa sintomáticamente en palpitaciones cardíacas, desmayos periódicos. La complejidad del diagnóstico radica en el hecho de que esta sintomatología en el 40% de los casos no se manifiesta antes del inicio de un desenlace fatal repentino.

La atrofia retiniana de los ojos, que generalmente comienza a una edad temprana y progresa rápidamente, puede causar muchos problemas a su mascota: el gatito puede quedar completamente ciego a la edad de cuatro meses.

Dientes: otro punto débil de un gato persa. Cambiando el color del esmalte, un olor desagradable de la boca debería ser el motivo de una visita a la clínica. El resultado de su descuido puede ser el desarrollo de gingivitis (enfermedad de las encías) y la pérdida de dientes.

Lo importante de la salud del gato persa

Al igual que con todos los gatos de pelo largo, las enfermedades de la piel pueden ocurrir en persas con una higiene inadecuada. No olvides bañar a tu mascota de manera oportuna y peinar el cabello largo con cepillos suaves especiales a diario.

La estructura especial de la cara del animal ha provocado un mayor desgarro. Los conductos glandulares en un gato persa están casi completamente bloqueados, lo que hace que el líquido lagrimal se escape. Su “bebé llorón crónico” esponjoso requiere cuidado higiénico diario de los ojos y la cara.

Casi todos los gatos persas roncan o roncan durante el sueño. La razón de esto es un tabique nasal acortado. Es casi imposible arreglar el defecto. Solo queda tratarlo como un dulce defecto. Además, esto no afecta el estado general de la bestia.

A esta raza no le gusta la ducha, pero necesitan bañarse con más frecuencia.

A menudo lamiéndose, los persas limpios tragan parte del cabello y se acumula en el estómago. Para evitar problemas de salud, debe darle a su gato pastillas o pasta especiales, que ayudarán a deshacerse de las bolas de lana sin dolor.

La práctica muestra que con el cuidado y la atención adecuada, la vacunación oportuna, la atención veterinaria proporcionada profesionalmente si es necesario, es posible reducir significativamente los riesgos de diversas enfermedades o facilitar su curso.

Con buenos dueños, el gato persa es bastante capaz de vivir felizmente entre los 15 y 17 años, y algunos sobreviven hasta los 20 años.

Cuidado de ojos del gato persa

Muy a menudo, los propietarios están preocupados de que el gato persa tenga ojos llorosos. Debido a la fisiología de la estructura del hocico de esta raza, los flujos lagrimales están prácticamente bloqueados, lo que convierte a un bebé llorón crónico en un gato encantador.

Si diariamente elimina este defecto cosmético, lavándose los ojos con un paño suave y limpio, esto eliminará los rastros de “lágrimas” en la cara y facilitará la vida de la mascota. De todos modos, es imposible relacionarse con el problema, ya que una descarga constante adelgazará el cabello alrededor de los ojos y comenzará a salir.

Puede alternar lavarle los ojos con agua tibia y tratar el área alrededor de los ojos con una composición de ácido bórico, peróxido de hidrógeno y almidón. A veces, incluso con el cuidado adecuado, el gato tiene secreción marrón de los ojos, o los ojos comienzan a supurarse: en estos casos, no debes posponer la visita al veterinario.